Las personas que están expuestas a un nivel de estrés contante tienen predisposición para adquirir enfermedades, además de sufrir alteración en sus relaciones personales y disminuyen su capacidad laboral. Además de que se le asocian con diferentes enfermedades como: Gastritis, insomnio, colitis, migraña, depresión, hipertensión arterial o hasta trombosis cerebral.